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20/6/10

EL EVANGELISMO PERSONAL



“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio” (Hechos 8:4).

Pregunta 1: ¿Qué es el evangelismo personal?


Respuesta:
El evangelismo personal es cuando el cristiano evangélico le habla a un inconverso acerca del evangelio de Jesucristo. Es la tarea de la comunicación de la verdad eterna de Dios a los individuos que todavía no están salvos porque no han creído en Cristo. Juan 4:28, 29; Hechos 16:32.


Pregunta 2: ¿Es el evangelismo personal una responsabilidad del cristiano?

Respuesta:
No es solamente su responsabilidad, sino que es también su privilegio. El Señor Jesucristo espera que el que se convierte a él, les diga a otros acerca de su nueva experiencia de orden espiritual. Usted mismo se hizo cristiano evangélico precisamente porque hubo alguien que le habló acerca de Cristo y de la necesidad suya de ser salvo. Sea usted un cristiano de boca abierta, que sabe dar su testimonio de conversión a otros. Si más cristianos hicieran este trabajo, mayor número de personas se convertirían al Señor. A decir verdad, uno de los primeros impulsos que el recién convertido siente, es comunicar las nuevas del evangelio a los demás. Cada nuevo creyente debe ser un ganador de almas. Lucas 8:39; Marcos 1:17; Marcos 16:15; Hechos 1:8.


Pregunta 3: ¿ Porqué cada cristiano debe ganar almas para Cristo?
Respuesta:

- Porque Dios nos manda que ganemos almas. Hechos 1:8, Mateo 28:16, Marcos 16:15, Juan 20:21, Juan 15:16.

- Para demostrar nuestro amor por Jesucristo. 2 de Corintios 5:14; Juan 14:15.
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- Por el ejemplo de Cristo.
Juan 3:1-5 (con Nicodemo). Juan 4:6-14,25,26 (con la mujer samaritana).
- Para honrar a Dios. Apocalipsis 5:11-13.

- Porque los pecadores están perdidos y solamente Cristo puede salvarlos. Romanos 6:23; Apocalipsis 21:8; Juan 3:18; Lucas 19:10; Hechos 4:12.


- Por la sangre de los perdidos. Ezequiel 33:8; Hechos 18:6; Hechos 20:26.


- Por los galardones de ganar almas. 1 de Corintios 9:22-25.


- Porque las almas están en las tinieblas. Filipenses 2:15; 2 de Corintios 4:4; Romanos 10:13-15.


Pregunta 4: ¿Es importante hacer este trabajo?


Respuesta:
Sí, es importante; aun más, es indispensable. Realmente, el corazón, la esencia de la obra del Señor es el evangelismo personal. Todo lo demás que se hace en ella, es precisamente para robustecer ésta; por manera que si los cristianos no hacemos la obra del evangelismo personal, todo lo demás viene a ser innecesario. El material de que están compuestas las iglesias locales son los individuos que se convierten al evangelio; entonces, resulta claro que la prioridad del cristiano es la de ganar a los hombres y a las mujeres para Cristo. 1 Corintios 9:16; 2 Timoteo 4:2.


Pregunta 5: ¿Quiénes deben hacer este trabajo evangelístico?


Respuesta:
Todos los que han sido salvos por Jesucristo deben hacer este trabajo. Esto incluye a usted, el nuevo creyente. Dios no le encargó a los ángeles la predicación del evangelio; es lógico también que los que todavía son inconversos, no pueden ni deben dar el evangelio a otros. El evangelismo personal no es una responsabilidad exclusiva de los pastores. Cierto, ellos deben hacer este trabajo, pero cada cristiano en particular debe hacerlo también. Alguien ha dicho que las ovejas se reproducen entre sí mismas. Es interesante observar que la expansión del cristianismo en los primeros años, se debió principalmente al testimonio personal de los llamados cristianos laicos. Hechos 4:20; Romanos 1:8; 1 Tesalonicenses 1:8.


Pregunta 6: ¿Cuándo debe el nuevo creyente hacer este trabajo?


Respuesta:
Una respuesta directa sería: siempre. Es decir, en toda oportunidad que se presente, el nuevo creyente debe estar listo y dispuesto para dar el mensaje del evangelio. Y las oportunidades, realmente, abundan. Tenemos algunos familiares inconversos a quienes conviene hablarles del Señor; también nuestros vecinos, nuestros amigos, compañeros de estudio o de trabajo, o cuando uno va de viaje. De día o de noche debemos dar el mensaje. Sin embargo, es posible, y conveniente muchas veces, el apartar algún tiempo especial para salir en busca de almas para hablarles del evangelio. Esta sería una buena manera de usar nuestro llamado tiempo libre, como los domingos por la tarde, o algunas noches después de la cena. Por supuesto, es sabio escoger un tiempo que resulte conveniente para el individuo a quien vamos a evangelizar. 1 Pedro 3:15, 16.


Pregunta 7: ¿A quiénes hay que evangelizar?


Respuesta:
A toda persona que todavía no ha oído el evangelio, y toda persona que aún no ha creído en Jesucristo como su Salvador personal, necesita que se le evangelice. El evangelio es el mensaje de salvación de Dios para todos los hombres. La Biblia afirma el hecho de que todos los hombres son pecadores, "y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23b). Por todas partes uno fácilmente se encuentra con personas que no tienen la seguridad de su salvación. La iglesia cristiana está en el mundo precisamente para proclamar las buenas nuevas de salvación. Lucas 8:39; Romanos 1:14, 15; Romanos 10:14, 15.


Pregunta 8 ¿Qué táctica hay que emplear al evangelizar?


Respuesta:
No basta evangelizar, sino que hay que saber hacerlo. Hay que procurar que el individuo a quien estamos evangelizando no se sienta ofendido. Conviene ganar su amistad, su interés y su atención. No es bueno mostrar aire de superioridad y, sin embargo, uno debe hablar con convicción y sinceridad. No siempre será lo mejor lanzarse de buenas a primeras al tema de la salvación; se debe esperar el momento oportuno para en la conversación deslizarse hacia los asuntos espirituales. Pero una vez abordado el tema, hay que permanecer en él hasta su final lógico. También hay que actuar con amor, con paciencia y con sabiduría. Debemos confiar en que el Señor bendecirá nuestra labor de evangelismo personal. Mateo 10:16; 1 de Corintios 9:22.


Pregunta 9: ¿Qué se le debe decir a la persona inconversa?


Respuesta:
En primer lugar hay que hacerle ver, con la Biblia, que es pecadora y que necesita del perdón de Dios. Luego, que Dios la ama, y que en prueba de su amor envió a su Hijo Cristo Jesús al mundo. Después hay que explicarle que Jesús murió voluntariamente en la cruz para salvar al pecador. Entonces, que las condiciones para que Cristo la pueda salvar son el arrepentimiento y la fe. Finalmente, hay que confrontar al individuo con Jesucristo, a fin de que tome la decisión de recibirlo como su Salvador. Si da este paso, se le pueden leer las palabras de Juan 5:24, que hablan de la seguridad de la salvación.


Hay casos que convendrá contestar algunas preguntas, disipar ciertas dudas y contrarrestar objeciones; esto hay que hacerlo, sin embargo, con mucho tacto, y tener el cuidado de no quedarse sólo en los aspectos negativos. El plan de Dios para la salvación del hombre es muy definido y positivo a la vez que claro y sencillo. El siguiente breve bosquejo le puede ser muy útil en su labor de evangelizar:

a) Todos hemos pecado. Romanos 3:23.
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b) De sí mismo, el hombre no puede salvarse. Romanos 7:24.
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c) Cristo ya hizo todo para la salvación de los hombres. Romanos 5:8.

d) El pecador debe creer para ser salvo. Romanos 10:8-10.
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Le recomiendo llevar siempre consigo un Nuevo Testamento, y tener estos versículos subrayados en rojo.
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Pregunta 10: ¿Qué hacer con los que se convierten a Cristo como resultado del evangelismo personal?

Respuesta:
Si usted logra ganar un alma para Cristo, es seguro que va a sentir un gozo muy grande en su corazón y se va a sentir animado a continuar en la preciosa labor de ganar almas. Su responsabilidad, sin embargo, no termina allí. Es conveniente que haga las siguientes cosas:


a) Ore con el individuo evangelizado para que le dé gracias a Dios por la salvación de su alma.


b) Invítelo a asistir a los cultos de su iglesia y explíquele muy bien el horario.


c) Si es necesario, ofrézcale acompañarlo, por lo menos las primeras veces.


d) Consígale una Biblia o un Nuevo Testamento y recomiéndele su lectura.


e) Déle su amistad cristiana y preséntelo al pastor y a los hermanos de la iglesia.


f) Ore constantemente por él.


g) Hágale una o dos visitas en su casa y anímelo a que siga adelante en su nueva vida en Cristo.

h) Recomiéndele un buen curso de discipulado o recomiéndelo al pastor para que sea discipulado en la doctrina básica de la iglesia, para que adquiera mayor madurez y por si mismo encamine sus pasos hacia su crecimiento espiritual.


Pregunta 11: ¿Cuál es la recompensa del que hace el trabajo de evangelizar?


Respuesta:
Experimenta gozo, el gozo de servir al Señor y de ver a un alma rendida a los pies de Cristo y salva. También demuestra ser un cristiano sabio y crece en su propia vida espiritual. Además, participa en el adelanto de su iglesia al traer nuevos miembros a ella, y es un ejemplo y una inspiración a los demás hermanos, quienes sin duda querrán imitarlo. Lucas 15:7, 10; Proverbios 11:30.


Pregunta 12: ¿Cómo se puede vencer el miedo de ganar almas?


Respuesta:


a) Debes estar preparado para evitar el miedo. 1 de Pedro 3:15. Si se prepara un plan para ganar almas y no se desvía de ese plan, se va a sentir mas confiado.


b) Ora acerca de tu temor. Salmos 34:4.


c) Reconcer que el Señor Jesucristo está con nosotros. Hechos 18: 9, 10; Mateo 28:20; Hebreos 13:5; 1 de Pedro 3:13.


d) No temas hacer un error. Otros han cometido errores pero la gracia de Dios es grande. Juan 1:45. Felipe hizo un grave error diciendo que Jesús era nacido de José. Cristo fue concebido por el Espiritu Santo (Mateo 1:8), pero a pesar de su error, Natanael vino a Cristo.


e) No temas hacer más daño que bien. Dios ha prometido bendecir su Palabra. Isaias 55:11.


f) No temas que te hagan preguntas. Primero debes terminar de exponer el Plan de salvacion y pedir a la persona qe te permita hacerlo y despues de acuerdo a la Escritura tratar de contestar sus interrogantes.


g) Decídete que vas a ser un ganador de almas. 1 de Corintios 9:22, 23.

h) Rehusa pensar en tu temor. 2 de Timoteo 1:7.


i) Recuerda que si somos cobardes en ganar almas, esta actitud no viene de Dios. No debemos rendirnos al diablo.


j) Manten una actitud mental positiva. Proverbios 23:7; Romanos 12:1-2; 2 de Timoteo 1:7; Filipenses 4:13.


k) Sé lleno del Espíritu Santo. Efesios 5:18; Lucas 11:13; 1 de Juan 5:14, 15; Galatas 3:4.
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