“Y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26); “entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28); “pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello” (1 Pedro 4:16).
Estimado hermano (a) creyente; o amigo lector: ¿Para usted qué significa ser cristiano? ¿Cuáles son sus convicciones acerca del Cristianismo? ¿Se ha puesto a pensar usted, en qué consiste su vida cristiana? ¿Su servicio a Dios, cómo lo realiza? El ser cristiano va mucho más allá qué el asistir cada día de culto a un templo y llevar cargando una Biblia bajo el brazo o en un bolso.
El ser cristiano no consiste solo en llevar a cabo prácticas religiosas que terminan siendo una mera rutina para el creyente, como el orar tres veces al día, o por los alimentos, o cuando se tiene necesidad en tiempo de lucha o de aflicción, que consiste en orar cada determinado tiempo, o el de leer simplemente la Biblia. Tampoco significa llevar o cumplir al pie de la letra con los estatutos marcados en la Constitución de la iglesia, porqe muchos piensan que sólo es cumplir ciertas normas y reglas, haciendo o pareciéndonos al fariseísmo religioso.
El nombre cristiano significa “partidarios o seguidores de Cristo”. Pero ello fue providencia y muy útil, tomaron su denominación, no del nombre de su persona, Jesús, sino de su oficio, Cristo, el Ungido o Mesías, estampando así sobre sus propios nombres la gran verdad de que Jesús es el Cristo. Sus enemigos lo tomaron como un insulto que echarles a la cara, pero ellos lo recibieron como un honor y un privilegio, por el que valía la pena vivir y morir (1 Pedro 4:19), al seguir precisamente las pisadas del Salvador (1 Pedro 2:21). Ninguna honra mayor que llevar un nombre por el que expresamos que pertenecemos a Cristo.
Desde un punto de vista amplio cristiano es todo aquel o aquella que se relaciona 'visiblemente' con la iglesia de Cristo. Ellos han sido atraídos y unidos a la iglesia o congregación 'externa' por medio del bautismo con agua y participan de las ordenanzas o sacramentos de la iglesia y demás actividades. Experimentan las bendiciones de la congregación y el mover del Espíritu Santo.
Aunque todos pertenecen al pueblo 'visible' de Dios en la tierra, pueden o no pueden haber nacido de nuevo por medio del verdadero arrepentimiento y la fe personal. Por lo tanto, existen dentro de este grupo aquellos que aunque aparentemente forman parte del cuerpo visible llamado 'iglesia de Cristo', aun no se han convertido verdaderamente a Dios de todo corazón.
El mejor ejemplo de aquellos no nacidos de nuevo son los hijos de los creyentes. Ellos nacen en un hogar cristiano, crecen en la iglesia visible hasta que algún día experimentan personalmente un encuentro con Dios en sus vidas. Tristemente algunos de los que entran en esta categoría no avanzan al verdadero arrepentimiento y a la fe salvadora y se apartan al mundo aunque algunos vuelven y tienen una experiencia genuina de salvación después de un tiempo.
Existen dentro del cuerpo visible algunos falsos hermanos y lobos que entran al rebaño con el fin de destruir. Estos no son parte de la iglesia aunque se mueven dentro del cuerpo visible. Son agentes de Satanás quienes se visten como ángel de luz para hacer daño a los creyentes y socavar y hacer naufragar la fe de aquellos que no están firmes en la verdad.
Desde un punto más 'estricto' un cristiano es alguien que ha nacido de nuevo (nacido del Espíritu Santo) y que es un hijo de Dios. Es miembro de la familia de Dios (Efesios 2:19). Es miembro del cuerpo de Cristo, la Iglesia, dentro de la cual ha sido bautizado en agua (Marcos 16:16). Es y desea ser miembro activo de una congregación local donde funciona junto con otros cristianos para el fortalecimiento y la edificación del cuerpo de Cristo (Hebreos 10:25; Efesios 4:11-16).
El cristiano verdadero desea estar con el resto del cuerpo (1 Juan 1:5-7). Uno que se llame cristiano y no desea estar o participar con otros creyentes pone en duda su fe. El cristiano está bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestes en Cristo (Efesios 1:3). Sus pecados han sido perdonados, está hecho completo y santificado por medio de la obra redentora de la cruz (Hebreos 10:10). Tiene vida eterna en Cristo quien mora dentro de el por medio del Espíritu Santo (I Corintios 6:19).
Un verdadero cristiano permanece en Cristo, crece en la gracia y el conocimiento y persevera hasta el fin. El que no persevera o vive en pecado no ha conocido a Cristo aunque diga y aparente lo contrario (1 Juan 2:9, 11; 1 Juan 2:19).
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