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26/12/10

MANUAL PARA TESTIFICAR (III): «CÓMO EMPEZAR UN ENCUENTRO PARA TESTIFICAR»

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Tú nunca deberías simplemente acercarse a alguien e inmediatamente empezar a hablar acerca de Jesús. En vez de esto, empieza con algo en el ámbito natural y luego cambia al sobrenatural. Habla acerca del fútbol o del clima, y luego utiliza algo de las noticias para dirigir la conversación hacia lo espiritual. Es clave que siempre estés atento e intencional en tus conversaciones. Si siempre mantienes el evangelismo en tu mente, encontrarás una manera de darle vuelta a cualquier conversación y hablar acerca de la fe.

Por ejemplo, la muerte de una persona célebre o importante siempre es una noticia grande y por esto es una buena manera de abrir una puerta para hablar de las cosas espirituales.

“¡Hola! ¿Cómo estás?”

“Muy bien, ¿y tú cómo estás?”

“Genial, gracias por preguntar. ¿Supiste que __________ (llena el espacio con el nombre de la persona muerta) acaba de morir?”

“Sí, qué mal.”

“¿Te hace reflexionar un poco y pensar en lo que nos va a pasar después de la muerte.”

“Sí, así es.”

“¿Qué crees que te va a pasar a ti después de la muerte?”

¡Bingo! Ya estás ahí. Usa cualquier noticia o simplemente dile algo que aprendiste en la iglesia esta semana. Esto te llevará directamente a un encuentro para testificar.

O puedes también intentarlo con esto.

“Hola, ¿qué tal? Qué día más bonito, ¿verdad? Lástima, porque parece que voy a estar pasando todo el día bajo techo. Tengo una reunión en la iglesia esta noche y no puedo faltar. ¿Asistes tú a alguna iglesia?”

Tal vez puedas preguntar:

“¿Piensas tú en las cosas espirituales? ¿A dónde crees que vas a ir después de la muerte”.

La gran mayoría dirá:

“Yo creo que voy a ir directamente al cielo.”

“¿Por qué?”

“Porque yo soy bastante bueno... pues, no soy tan malo para ir al otro lugar.”

Es así de sencillo, honestamente. Empieza una conversación. Está atento e intencional para darle vuelta a la conversación y hablar de las cosas espirituales.

Ahora que estás ahí, tienes que recordar estas cinco preguntas en orden, ¿okay? Y yo tengo que confesarte que la primera pregunta y la segunda son las más difíciles de hacer. No hay una manera de evitarlo. Te va a ser bien difícil hacerle a la persona estas preguntas, pero tienes que hacerlo. Mantén en mente que yo he hecho estas preguntas a miles de personas y hasta la fecha nadie me ha pegado en la nariz, ni nadie se ha ofendido. Yo te prometo que una vez que hagas estas dos primeras preguntas, estarás a salvo. Te lo prometo.

¿Listo? Ora a Dios, pídele que te dé valor y haz la primera pregunta...

Continúa: Manual para testificar (IV): «Cinco preguntas básicas para testificar»

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