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23/1/11

DIME QUE PREDICAS; Y TE DIRE QUE CRISTIANO ERES

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INTRODUCCION:

Actualmente muchos líderes sin conocimiento Bíblico, verdadero y fundamental de las Escrituras han pervertido, malversado y contaminado el Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. De Tal manera que hacen falta líderes cristianos que defiendan con celo el verdadero evangelio.

Hacen falta corazones celosos del Evangelio de Jesús, que se levanten dispuestos a salir al campo de batalla y luchar contra aquellos falsos predicadores que se dedican a engañar y usar con astucia las artimañas del error haciendo que con sus falsas predicaciones miles y miles de almas sean condenadas al infierno.

Observemos cómo desde tiempos de Pablo, existió este tipo de gente tratando de adulterar la sana doctrina de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Gálatas 1:1 Los Gálatas, llamados Galos o Bárbaros, habitantes en Grecia o Asia menor habían llegado a ser presa de que exigían la observancia de la Ley anteponiendo sus falsas ideas acerca de la salvación. Y por ello Pablo les escribe una carta en donde el tema a tratar en ella es la Vindicación del evangelio por la gracia de Dios. Un evangelio libre de toda mezcla y condiciones o requisitos humanos.

Pablo habla del evangelio que debe defenderse de aquellos que lo han atacado, pervertido y calumniado.
El verdadero evangelio no debe ser malversado, adulterado o mezclado con doctrinas falsas, Dios condena a tales líderes que con sus falsas doctrinas arrastran a mucha gente a la condenación eterna y establece en su Santa Palabra que ellos ya tienen su recompensa.

Estos falsos hombres, decían que la obediencia de la fe mezclada con la Ley es base para la justificación del pecador. Esto es completamente falso, aunque tiene mucho de biblia, pero no se es salvo por ello.

Dicen también que el que persevere bajo la observancia de la Ley será salvo… ¿Entonces la salvación se pierde?... También es completamente falso, puesto que no se es salvo por lo que se hace, sino por mera gracia de Dios. Es cierto que después de ser salvos, tenemos que perfeccionar nuestra nueva vida en Cristo.

Galatas 1:1-6 Pablo aclara que es apóstol (enviado de Dios) para aquellos que estaban anunciando otro evangelio y que decían que Pablo no era apóstol ni que el evangelio que él anunciaba era verdadero. Cuando sabemos que el mismo Pablo dice que si aun un Angel del cielo viene a nosotros predicando otro evangelio el tal sea anatema, y si nosotros mismos anunciamos otro evangelio, estamos bajo la maldición de Dios. ¿No es acaso motivo suficiente para temer al Dios vivo y verdadero?.

El evangelio que prediquemos debe ser y tiene que ser conforme a la voluntad de Dios, porque la persona que busque a Cristo tiene que ser por mera necesidad de un Salvador, de la única forma que existe para ser salvo y esto es a través de Cristo.

El asunto a tratar en la misiva escrita por Pablo Gálatas 1:6-9 Dice Pablo: Estoy maravillado, (sorprendido, impactado) de que tan pronto se hayan alejado del que les llamó por haber seguido un evangelio diferente.

¿Le parece conocido o familiar esto? ¿Acaso hoy en día no existen también iglesias incluso de doctrina fundamental que están siguiendo otro evangelio? ¿Hemos de pervertir el santo evangelio? ¿También hemos de pasar por alto la Escritura que dice que todo aquel predicador que altere la sana doctrina con un evangelio diferente al que nos ha sido anunciado está bajo la maldición de Dios, (sea anatema)?. ¿Acaso no es mucho mejor el procurar ser celosos del glorioso evangelio de Jesús sin avergonzarnos jamás porque sabemos que es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree?.

El evangelio de Pablo es una revelación: ver. 10

En el Judaísmo Pablo trataba de agradar a los hombres. Pero en cuanto fue llamado por Cristo, de inmediato dejo de buscar el favor de los hombres y dando el primer lugar dándole la honra y la gloria a aquel que lo llamó. Nuestro deber delante de Dios es predicar la sana doctrina aunque con ello seamos desconocidos o despreciados por ser “legalistas” y somos menospreciados por hablar de lo que Dios abomina. Cosa que las iglesias liberales no se atreven a declarar porque tienen temor de espantar a la gente y acabar con una minima cantidad de gente que les provee de grandes ganancias económicas, lo que representa una enorme entrada de capital, porque su falso evangelio se basa en doctrinas de “prosperidad” y de “milagros” diversos que no son Bíblicos, y que por supuesto Dios condena porque nada tienen que ver con los Principios Bíblicos de Dios.

Pensemos en esto: ¿Qué había de bueno en Pablo? Nada, pues estaba en contra del Cristianismo.

¿Qué hay de bueno en nosotros? Tampoco nada, puesto que a cada momento pecamos contra Dios. Pero por cuanto le hemos sido agradables y por su gracia, nos ha llamado para salvación. Por tanto, defendamos con fuerza nuestra fe, nuestras bases en el Fundamento que es Cristo. ¿Cuáles son esas bases? GRACIA Y FE.

Somos salvos por la Gracia de Dios y salvos por la Fe en Cristo. Ese es el evangelio que debemos proclamar.

La pregunta es: ¿A qué clase de cristiano pertenece usted? ¿A aquellos que sin temor alguno solo buscan lucrar con el evangelio de Cristo adulterando y malversando buscando ganancias deshonestas predicando a la gente falsas doctrinas que no tienen ningún fundamento Bíblico?

Permitame decirle que entonces no puede llamársele cristiano, porque un seguidor de Cristo, jamás haría tal cosa por temor a Dios.

Exhortamos desde este medio, a todos los fieles de la santa doctrina Bíblica en Cristo, que ni por un momento, ni bajo ninguna circunstancia doblemos las manos para someternos a falsas doctrinas, sino que el verdadero evangelio de Cristo permanezca en nosotros hasta el fin de nuestros días, o hasta la gloriosa venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Amen.

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